martes, 23 de diciembre de 2008

Reloj detén tu camino


Te lo ha suplicado papá tantas veces
a punta de guitarra lastimera
esa que me enseñó a llorar
al ritmo de tu canción

"Y tu tic tac me recuerda
mi irremediable dolor"

Tic tac tic tac tic tac

Reloj detén tu camino
porque si mi vida se apaga
la tuya también
quién te dara cuerda
quién de dará bola
Nadie

Quién te pensará en esta vida de apuros y de sobresaltos
a quién engañarás de doce en doce

A quién le robarás el presente

Reloj
no marques las horas
porque voy a enloquecer
y tú también

A mí sólo me queda esta noche
pero tú
tú amante es el tiempo
implacable, continuo
¡Relativo!
Con él sólo vivirás la oscura vida sin vida
que es peor que morir

¡Vas a sufrir! ¡Deten tu camino! ¡Deten tu camino!
Deten tu camino...
tic tac tic tac tic tac

"Porque mi vida se apaga."
Y la vida se apagó.

sábado, 20 de diciembre de 2008

El día en que la vida se detuvo (y no fue película)


Ese día.
Lo recuerdo como si fuera siempre. Nunca se irá de mí. Es inevitable volver a los 14 cada 20 de diciembre.

El frío vuelve a mis huesos, lo mismo que esos gritos, no tan lejanos, de personas calcinándose en El Chorrillo, barrio donde hasta hace unas cuantas horas vivía mis navidades entre el sabor de la salsa, los trompos voladores y el pescado frito. A muchos de esos niños ya no los vería más.

Cada 20 de diciembre Madre me me hace crecer, y me manda a la mierda por no agarrar a mis primitos que querían ver el vuelo de los aviones yankis, esos gigantes de negro que parecen de otro planeta. Son los mismos aviones emisarios de la Mala Nueva: otros niños, como nosotros, acaban de ser destrozados a la salud de una Navidad Negra, por cortesía de George Bush y compañía.

Cada 20 de diciembre se detiene la vida en Panamá. Los niños que jamás serán adultos y que se desvanecieron con el color de sus canicas lo saben perfectamente. Los otros, los que siempre se conformaron con la "Causa Justa"*, cual exitosa campaña electoral, creen ser hombres y mujeres exitosos por hormiguear dentro de los centros comerciales, fábricas industriales de zombies (¿O de zombies industriales?) en esa afanosa búsqueda por comprar lo que no se requiere.

Y lo más triste: juran que están vivos, cada 20 de diciembre.

* Just Cause, nombre de la operación de Estados Unidos para invadir Panamá.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Humanidad des-cifrada

Mucho champú
Poco enjuague

Montones de ojos
Algunas miradas
Escasos reflejos

Uno que otro escote
Más de un tapujo

Encuentros múltiples
Incalculables desencuentros
Alguno que otro vacío

Infinidad de preguntas
Ninguna respuesta

Encuentra a Alicia


Una está viendo el presente
la otra, el futuro.

¿Quién atraviesa el lente?

miércoles, 3 de diciembre de 2008

ESCRITURA AUTOMÁTICA: Diablos Rojos


Diablo rojo cortesía de Panama-guide.com


El diablo rojo es un personaje misterioso, de choferes inquietos y pavos* castrados al no poder volar por el rojo del semáforo.

Llantas lisas, llantas lisas, ¿por qué tan atrevidas?

Llantas lisas chillan alrededor de la orgía de diablos rojos, reunidos descaradamente alrededor del semáforo de la muerte donde chofer y pavo unen sus destinos.

Chofer, por favor, déjeme besar la tristeza de sus llantas lisas, antes de que el pavo implacable me grite: ¡Pa' trás, pa' trás!

El semáforo, anunciando mi muerte, prepara entre los diablos rojos un festín de pavos insaciables en la gloriosa búsqueda de la primera plana de El Siglo.

* Pavo: asistente del chofer de un diablo rojo. Suele estar colgado de la puerta y pregona las paradas.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Relojes



Soñé que me encontraba en un salón de clases bastante amplio y como con sabor a viejo. Tenía las ventanas amplias. Estaban todas detrás de mí. Al frente se encontraba un largo tablero, y a mi lado izquierdo, una puerta de madera que supone la salida. Y desde afuera entraba mucha luz.
Estaba yo sentada en una banca al igual que mis compañeros de clase. De pronto aparece un profesor conocido, de aspecto lánguido y señorial. Me mira muy seriamente y dice: "Vergara, explíquele a los compañeros el problema fundamental entre el significado y el significante".
¿Qué?
Me paré. Mis compañeros me veían como si quisieran beberse lo que a continuación iba a decir. No entendía bien lo que quería el profesor y estaba consternada, pero de una vez me entusiasmé, porque me decía a mí misma que al fin me iban a dar la oportunidad de hablar sobre algo tan fundamental para la existencia humana.
Me coloqué frente a la puerta, es decir, del lado más izquierdo del salón, y justo cuando lanzo las primeras palabras aparecen alrededor de la puerta una serie de relojes de pared. Sólo recuerdo haber mencionado el famoso esquemita de Saussure cuando toda la pared frontal y lateral derecha se rellenó de relojes de pared. Eran grandes, todos de madera añeja, de cortes clásicos. Es más, frente a mí había uno de péndulo, y al fondo a la derecha, un hermoso cucú muy bien tallado en madera fina. Ahora que lo pienso, todo el salón era una galería de relojes. Hasta podía sentir el olor de sus cajas de madera.
Yo hablaba. Sólo recuerdo haber dicho que el gran conflicto del pensamiento humano es creer que el significado y el significante integran una misma cosa. "La esencia es un árbol que no podemos conocer porque sólo conocemos la palabra árbol". Mis compañeros no entienden nada. Entonces decido utilizar los relojes como ejemplo.
- Vean estos relojes. Cada vez que escuchan la palabra reloj les vendrá a la mente sólo un tipo de reloj, porque sólo recordarán uno de los tantos relojes que ven aquí. Los que tengo al frente, por ejemplo, todos tienen marco redondo. Si sólo ven relojes con marco circular durante toda su vida van a definirlo en su cabeza como algo de forma circular, no como un aparato que da la hora. La esencia del concepto se torna invisible para ustedes y se fijan en otras características de la imágen que no tienen la menor importancia y obstaculizan el encuentro con la realidad. Por eso es importante conocer todas las formas de reloj posibles... -
Y señalo los relojes que están colgados en el muro de la derecha. Ahora algunos de ellos tienen marcos cuadrados y hexagonales
- ...para que puedan centrarse en el mecanismo del reloj y no en su forma. Yo pude lograrlo porque he podido ver muchos relojes con formas diferentes. Pero lograr esto es muy difícil si uno no ve otros relojes. Tienen que ver otros relojes-
- Tienen que ver otros relojes - No sé cuántas veces lo repetí antes de despertar.

Ahora les comparto mi extraño sueño, antes de que este blog entre en conflictos de significado-significante y desaparezca. Después de todo ¿cómo estar segura de que no les estoy escribiendo esto en otro sueño? Por favor: díganme si estoy dormida, o quizás, si no estamos todos en el mismo sueño, o peor aún: si no estamos todos encerrados en las manecillas de los mismos relojes.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Agua

Llegué al salón de clases temblando por la humedad. Inevitable ante esta lluvia que inunda ya dos provincias y algo más. La profesora, que conoce mi afición de escribir 'cositas' cambia esta vez de estrategia: invita al grupo a escribir un "proema" para comprender la locura de Francis Ponge. El tema es la lluvia. No podría haber otro. El agua nos tiene. Dejé entonces fluir palabritas para ver si también llovía en mí. Y salió esto:

La pluie dilue la grisaille d'un tableau de misère envahissant la clarté de mon corps de draps déchirés par la folie d'un amour emballé comme un cadeau silencieux qui survie l'érosion fangeuse du caprice humain en se coulant vers la mer par la pluie qui choisit ses anges et les arrache de la tèrre pour ramasser des nymphes.

La lluvia diluye el gris de un cuadro de miseria que invade la claridad de mi cuerpo de trapos desgarrados por la locura de un amor envuelto como un regalo silencioso que sobrevive a la erosión fangosa del capricho humano fluyendo hacia el mar por la lluvia que escoge a sus ángeles y los arranca de la tierra para cosechar ninfas.

(Descanso eterno para l@s muert@s de las provincias de Chiriquí y de Bocas del Toro, quienes nos adelantaron en el retorno al origen)

martes, 18 de noviembre de 2008

el otro lado

hoy al volver a casa resbalé a la salida de un bus y al tratar de sostenerme me lastimé el brazo derecho. en estas cuatro horas he pagado el pasaje, abrazado a mi madre, saludado a los vecinos, espantado a los perros, trinchado unos pedazos de papaya para comer, acabo de lavarme los dientes y ahora tecleo estas palabras con mi mano izquierda, solamente.
pienso ahora también que cada día es una oportunidad accidental para descubrir y descubrirse, continuamente.
hoy algunos habrán descubierto su lado femenino, otros su lado sexy, y más de cinco habrán descubierto su lado oscuro.
yo, por el momento, descubrí mi lado zurdo. y se siente tan rico...


let it be

Paradoja para antes de ir a dormir



Sólo el tiempo dirá
lo que el tiempo dirá

miércoles, 12 de noviembre de 2008

La inocencia del silencio

El mundo de Claudio es silencioso. Tuvo pérdida auditiva casi siendo un bebé y desde entonces navega incansablemente en la búsqueda de sentidos y significados en este mundo de locos que se matan con y en nombre de la supremacía de unas lenguas para él extranjeras: la lengua del sonido articulado y la de la sacrosanta gramática aristotélica de nuestra correctísima escritura académica, que si lo piensan bien no permite expresarnos ni a los que malamente disponemos de cinco sentidos conscientes.

Por eso me conmuevo ante su odisea por encontrar la verdad entre tanto signo disperso: ha tenido novias de todas las religiones y ahora es un musulmán converso, o por lo menos hasta ayer que me preguntó: católicos (y me hace una cruz con sus dedos), hindúes (marcando el entrecejo con su dedo índice), musulmanes (dirigiendo sus palmas hacia el piso), budistas (cerrando los ojos y sentándose en posición de loto); ¿Todos iguales?

Claudio en estos momentos sólo tiene una certeza en su mente: No sé cuál fue la secuencia de imágenes que vio por televisión, pero en ellas leyó algo que lo ha hecho el hombre más feliz del mundo: me asegura, con una ternura calcinante, que Obama, recién electo presidente Estados Unidos, además de negro es musulmán porque su papá es musulmán, y que el mundo entero está muy feliz, sobre todo los musulmanes, que de tanta alegría han dejado las armas, iraníes y palestinos incluídos en la fiesta, porque el malo de Bush ya se fue. Que Obama y Mahmud ahora son amigos, que la gente baila y como ahora todos somos hermanos, no importa nuestra religión, por fin ha llegado la paz mundial.

Estoy procurando no llorar al teclear esta pequeña crónica de la inocencia perdida a la que retorno gracias a Claudio. No lloro por él, sino por todos los que vivimos esclavos de estos cinco sentidos que todos los días nos envuelven en las trampas de lo externo y lo aparente. ¿Es Claudio un mal lector o simplemente logra escapar de las maquinadas mentiras mediáticas para atreverse a crear su propio noticiero, aunque el choque con la realidad sea igual de abrupto y cruel que el que recibimos los demás con las versiones del mundo de AP, Reuters o EFE?

No digo CNN porque a esa quién le cree.

Claudio por lo menos tiene una gran ventaja: es consciente de que le hace falta un sentido, uno que otros manifiestan tener. Si le falta uno puede faltarle dos, o tres, ¡muchos más! No para de buscar sentidos: los busca en sus musas, en esas confusas ideas de Dios, en sus preguntas, en ese mundo feliz que se atreve ahora a confeccionar.

¿Acaso nos sentimos libres de hacer lo mismo? ¿Somos conscientes de esos otros sentidos? Y a todo esto, ¿por qué no es posible la paz mundial?

¿No seremos nosotros los verdaderos sordos?

Me rendí entonces a su verdad. Le contesté a Claudio un "Sí, tienes razón" afirmando con la cabeza.
Desde aquel día mi corazón ha aumentado su promedio de 54 a 65 latidos por minuto.
Gracias Claudio.

martes, 11 de noviembre de 2008

Sueño lobato

A continuación transcribo el primero de una serie de sueños que estoy recogiendo para estudiar la narración del mundo onírico. Como en toda transcripción traté de guardar la sintaxis y el ritmo de la narración de la manera más fidedigna posible a su dimensión oral. Se aceptan voluntarios.

En un principio yo me veía en una ciudad. La ciudad estaba totalmente urbanizada: todo era cemento, las casas muy bonitas… y era de noche. Yo me sentía cómodo en ese lugar… y en ese momento, aparece un lobo. Pero el lobo yo lo ví a cierta distancia de mí.

De repente en el sueño, yo estoy en la selva, o en un bosque, o en la jungla. Y desde donde yo estoy, puedo ver la ciudad al otro lado. Yo estoy como en una colina y puedo ver la ciudad en el fondo.
Entonces yo empiezo a correr hacia la ciudad, y a medida que voy corriendo hacia la ciudad me voy quedando sin ropa, hasta quedar completamente desnudo, yo voy corriendo completamente desnudo. En ese momento, veo a mi lado, y veo a un lobo corriendo conmigo a la misma velocidad. Pero yo no sentía miedo, al contrario, me sentía feliz de que él estuviera corriendo conmigo; y los dos seguimos corriendo, y me desperté. Nunca llegué a la ciudad. Me desperté en el momento (en el) que los dos vamos corriendo: el lobo y yo, pero ya yo iba totalmente desnudo.

Nota: Los ( ) cierran elementos agregados por la transcriptora.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Aire

Aire I

- ¡Escucha a Jesucristo que él es el único, el verdadero, el…! -
Megáfono al hombro, el hombre no paraba de desgalillarse en la Plaza de Santa Anta. Los eternos durmientes de las bancas centenarias ni se inmutaban ante la advertencia. Yo tampoco. Estaba sentada en un borde de la plaza, callada, a la sombra de uno de sus frondosos árboles, esperando a que un viejito, cabizbajo y sereno, culminara de lustrar mis zapatos cansados ya del suelo y del agua, tan gastados como su lustrador.
- ¡Jesucristo es el único que tiene poder! ¡Sí! ¡Él es tan poderoso que si a él le da la gana nos quita el aire! ¡Y nos morimos todos! –
- ¡Jo! ¡Qué malo es ese Jesucristo! – Lo pensé ya un poco enojada, mareada por esos gritos en mis oídos acalorados por un mediodía húmedo y pegajoso.
De pronto, esa cabeza parlante lanzó una máxima inesperada:
- ¡Y sin aire usted se muere, porque en el aire está la vida! –
El monólogo continuó. No sé cómo. No importaba mucho. Sentí alegría pero a la vez tristeza, al descubrir cómo se puede estar tan cerca de la verdad, lanzarla al viento y no darse cuenta. Pobre pastor.
- En el aire está la vida… la vida está en el aire… -
- ¡Adoremos el aire, pues! -

Aire II

Increíble. A esta hora de agobio y de hambre, de esperanzas en negro y de mentes en blanco, el pastor improvisado de Santa Ana parece no detener su trance. Parafrasea la Biblia de tal forma que lo convence a uno de estar escuchando frases pertenecientes a otro espacio en otro tiempo, con otras leyes físicas y en compañía de otros locos.
Sólo me conecta al aquí y al ahora la presión firme de las plantas de mis pies sobre los ladrillos del suelo… y el aire. Sí, el aire: elemento vital y digno de adoración. Desde que fui tocada por las palabras del pastor, el aire ya no me sabe tan denso, aunque en su búsqueda saboree también vapor de agua y sucio urbano.
No puedo evitar ahora levantar la cabeza y me perderme un rato en los rayos del mediodía que caen sobre mis cerradas pupilas. Así, muy iluminada y penetrada en destellos, respiro por unos segundos el fresco aliento de las hojas de los árboles de la plaza: titilantes, alegres, los lamentos de la Plaza de Santa Ana encuentran en ellas consuelo eterno a la melancolía y al olvido.
Y pienso calmadamente, oyendo cada una de mis inspiraciones pasar por mi pecho:
- Adoremos el aire. Adoremos el aire –
- Uhm… -
- ¿Y si mejor lo escuchamos? –

Y un fuerte viento bailoteó entre las hojas.

jueves, 23 de octubre de 2008

El acceso a la luz exige...


El acceso a la luz exige
la apertura de muchas puertas
la ruptura de muchos barrotes
el salto de muchas cercas
el toque de muchos timbres
la maldición de muchas viejas
la persecución de muchos perros

El acceso a la luz exige
la exploración de muchos pasadizos
vecinos y propios, bellos y prohibidos
jugar en ellos con manos sucias
y con lodo avivar el blanco de sus paredes.

El acceso a la luz exige
el ventoso baile de hojas fértiles
con ardientes rayos de sol:
danza frenética y sagrada de destellos mágicos
que nos abren el camino
mientras nos lastiman la vista.

El acceso a la luz exige
El completo manejo de la sombra.

viernes, 17 de octubre de 2008

¡Gracias General!

Corre 1980 y me deleito con las imágenes institucionales que ruedan en nuestra tele de tubo que ya se calentó:

"Ehhhh uoooh, en cada rancho un foco..." Clin clin clin clin...

Y en agudo tono suena una guitarrita interiorana en un clin clin clin que me hace saltar y girar. Me perplejo con la propaganda del IRHE y sus cuchillas Caterpillar (la mamá del tonkita de mi hermano) abriendo caminos en campos sinuosos de verdes explosivos y campesinos alegres.

- ¿En cada rancho un foco? O sea que los ranchos sólo tienen un foco? -
- ¡No oye alelaaa! que ahora la luz llega a todos los pueblitos por allá metíos', no como cuando taba' chiquito que se estudiaba a punta de guaricha porque la luz era un lujo. Y todo gracias al General que fue el que impulsó las hidroeléctricas. Sino, ¡ñángara! - Me explica papá.
- Hidro, hidro... ¿qué? Uhm... ah ya. -

- El General de división Omar Torrijos, dirige este Proceso Revolucionario... - La tele sigue con unas imágenes maravillosas de una niña en bata blanca jugando con un tubo de ensayo. Se vé divertida esa cosa.

- Laboratorios para todas las escuelas públicas - La voz de la tele me sigue deslumbrando.

- ¡Ayyyy! ¡Yo también quiero hacer experimentos! -

- ¡Ah! Pero ahora es que las escuelas tienen laboratorios y eso gracias al General, no como antes que aquí sólo estudiaban los ricos y no les importaba un caraj... -

- Uhm... Ah ya -
No oigo más a papá. Se ha caído de la mesa una foto en blanco y negro de un pueblo, tan polvoriento como la caja de recordatorios de mi bautismo. Ese pueblo, si se le puede llamar pueblo, luce apenas unas cuantas casitas, una cantina y una iglesia, ordenadas a lo largo de un camino mal cortado y lodoso. (¿Qué más pedirle a un pueblo?)
- Antes las fotos no tenían color, ¿Verdad? -
- Es que antes no habían fotos a color y las pocas cámaras que las tomaban eran muy caras. -

- Ah pero ahora no -

- Claro que no, oye -

- Ah ya... -


- ... -

- Uhm... (me rasco la nuca) -

- ... -


- ¿Y eso también es gracias al General? -

martes, 7 de octubre de 2008

Memoria in Voluntaria

No me acuerdo bien de tu rostro
pero sí de tus manos.

Se deslizan sedosamente por mis hombros
cada vez que quiero
con solo cerrar los ojos.

Prueba infalible
de que puedo confiar en ti.

Una lección tanguera (Bohemia aplicada a la vida 300a)


Siete o nueve palabras conjuraron
con "la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser".

Como buenos brujos
(y que aún suelen ser)
los antiguos bohemios de Buenos Aires
apostaron por los premios "Cuesta Abajo"
llorando alegremente ese tiempo viejo
que nunca volverá...

¡a menos de que guardes esas fotos históricas firmadas por Carlitos!

Y así, en aquel entonces
los últimos fueron los primeros.
(¡Claro, si iban cuesta abajo!)

¡Y hay quienes no creen en la sabiduría del tango!

sábado, 4 de octubre de 2008

Cuando el grito no es rentable

Tiemblo. Grito en silencio
(Maldito grito)

Escribiendo estas líneas
burlando, digo yo, al virus del momento que invade mi cuerpo
(Bendito virus)
escucho a una fémina
como yo
clamar en la radio el apoyo
económicohacia una compatriota
otra hembra... ¡como yo!
para que Panamá tenga una Latin American... olvídenlo. Me da pudor.
- "¿Qué espera? ¡Mande su chat! ¡Llame ya!" -
- "¡Panamá te necesita!" -
Cómo me duele ser hembra, varona
humana al fin
porque no muy lejos
otros gritos se apagan
en este mismo instante
en las montañas, cerca de cafetales y bananeras
niños y niñas gnobes, buglés, bri-bris
mueren de hambre en medio de una lujuriante abundancia
de peibés a la europea y neonatas mansiones turísticas
Gritos ahogados a falta de activos
¿los pasivos? ¡Sobramos!
Gritos por los que nadie llama
hasta que llegue la teletón
y nos venda la telemierda
hecha caridad.
Gritos que se ahogan por no ser "competitivos"
con las siliconas, las luces, los ídolos prefabricados
o las miserias de moda.
(Maldito espectáculo)
Y así, en la indiferencia más descarada
en este país de mentira, como tantos otros
una voz se apaga
y nace una "estrella."

Maldita constelación.

(Inspirado en La Maldición de Tomás Martín Feuillet y en un momento de profunda debilidad corporal)

martes, 23 de septiembre de 2008

De where carajo are you from???

En una clase debutante de español lengua extranjera...

- Amie, dinos ¿de dónde eres? -
- Soooy deeee Canada -
- Ajá, es decir que eres... -
- Es, soy eh...¿canadiense? -
- ¡Muy bieeen! Sí Amie. Eres canadieeeenseee. A ver... ¡Ajá!, tú, James. ¿James? -
- ¿Aaaaahhh? -
- James, ¿de dónde eres? -
- Ehhh... sorry? -
- ¿James, where are you from. Deee dooondeee eeereees?
- Ah! Yes! Eh... es eh... soy, estoy de... es, Estadoooouus Unidooous -
- ¡Muy bien! Entonces, si eres de Estados Unidos tú eeeeeeres...?
- Ahm... soy ahm... ¿Estado...Uni...Decente?-
(Silencio)
- Eh... ¡Ah, es el recreo!, pueden salir -
- Sorry? -

viernes, 19 de septiembre de 2008

Una lección sensorial



















L@s maestr@s del tacto saben bien
que sólo basta con un roce...

y una señal.


(Gracias, herman@s gnobes)

martes, 16 de septiembre de 2008

Este Blog es paradójico

Este blog recomienda otros blogs que recomiendan otros blogs que recomiendan otros blogs que recomiendan otros blogs que recomiendan otros blogs que recomiendan otros blogs...

lunes, 15 de septiembre de 2008

Tucumán: tierra de contrastes

Tucumán es una provincia argentina llena de sorpresas. En un mismo día recibí tres bienvenidas :


la inolvidable...



la tentadora...

¡y la atlética!

Abordando un phallus


"Mirándote a los ojos, juraríííía, que tienes algo nuevo que contarme..."

Pregunta

Qué hacer cuando te ha tocado el Gran Círculo de Oro
y quedas perpleja, casi sintiendo La Nada
con sentidos sin sentido
porque da igual si es tu lengua, tu sexo, tus manos o tus tímpanos
todo se aceleró en silencio
se subió al entrecejo, explotó y se hizo... ¡Nada!

Nada...

Y se te hace tarde para ir a la Universidad
y aún no llega el agua de tu casa.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Encuentro con el Wasón

El día siguiente a la muerte de César Romero fue terrorífico. Lo recuerdo como si hubiera sido un sueño:

Bajo somnolienta de ese monótono bus suburbano, tratando de pescar algo de realidad a esas tempranas horas de la mañana, cuando de pronto me ataca La Nada. Esta vez se pintorretea de pregonero noticioso, y con su manta de periódicos me grita al oído:

- "¡El Siglo, El Siglo: SE MURIÓ EL WASÓN! -

El baile de hojas maché me roza la cara y corta mi visión, y más en ese momento en el que no conseguía aún reaccionar a los tétricos grises marrones manchados de negros polutos de la Terminal de Calidonia. Los rojos sanguinarios de la doble u del titular se derraman, resultado del contacto con alguna gota de rocío mañanero, sobre la tanga de la chica de El Siglo en su primera plana, ocultando sin tapujos los números de la lotería. ¿Estará escrito este sortilegio de mal gusto en el librito de San Cipriano que descansa eternamente en SalSiPuedes? Ni idea. Lo cierto es que no logro entender nada.

- ¿Se murió el Wasón? ¿Ah? ¿Qué? -

Tambaleo un poco hacia atrás, y entonces...

- JUA JUA JUA JUA... JE JE JE JE... JUAAA JUAAA JUAAA JUAA... -

¡Auxilio! Salta a escena otro loco, de unos cinuenta y tantos, con ojos fuera de órbita y una sobrenatural apertura maxilar. La camisa entreabierta lograba camuflajerase con el resto de los grises decadentes del resto del paisaje. De su figura humana sólo recuerdo clavículas y dientes. De otro modo hubiera pensado que las paredes y el piso habían cobrado vida, y que sólo faltaba ese culposo Corazón delator de Edgar Allan Poe para creer que nuevamente le echaba una visita onírica al inframundo.

Pero no. Lo gritos y las mofas provienen de una figura humana. Una que, como suele pasar en Calidonia, sale de la nada.

- ¡Se murió el Wasón! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡Se murió, se murió... POR PAYASÓN! -
- ¡JIJIJIJIJI JAJAJAJAJAJAAAAAAA...! -

Y para mi sorpresa, así como para mi alivio, el poseído oyente de noticias desaparece por un conocido umbral que da hacia las barracas de San Miguel, umbral al que ninguno de mis amigos se ha atrevido a asomarse alguna vez porque no creen eso de que sea la inofensiva entrada a una fonda de comida criolla.

Hoy, ya descansada de aquel desborde fotográfico, y luego de haber visto y protagonizado otros filmes de terror, logro comprender lo entonces sucedido a aquel poseído por la noticia de El Siglo:

- Pobre loco. No sabía que por cada Wasón muerto nace otro... ¡Y lo supera! -
- ¡Hmmm...! -

Entonces mejor me cuido. Ahora que se acercan las elecciones seguro y me topo con El Acertijo.

Y ese sí que me da miedo.

viernes, 29 de agosto de 2008

La pregunta que faltaba

- ¡Cómo! -

Mi cabeza no daba crédito a lo que se me informaba desde mis oídos: En el noticiero del mediodía se decía que una joven alemana se había tirado a la Bahía de Panamá la noche anterior, como a eso de un cuarto para las once, y que había sido encontrada doce horas después por los pescadores de un barco atunero, asida a una boya y semidesnuda, cerca de Isla Flamenco ¡A cuatro millas náuticas de su punto de partida!

- ¡Ja ja! Esto prometía como mínimo un salto de endorfinas - Me dije.

Evidentemente fue la noticia del día, porque ese seis de enero a los Reyes Magos les habían negado la visa por meterse a rastafaris. Para el año que viene tendrán que invertir en Real Estate y convertirse en extranjeros decentes, hechos y derechos. Sino mis medias amanecerán tan vacías como aquel día, y ya no me doparé de chocolates y sorpresas.

Por eso, antes de que olvide a qué sabe lo inesperado, les termino el cuentito:

Salí disparada a comprar los diarios de aquel día a la caza de detalles, hechos, testimonios, lugares, nombres, todo lo que me pudiera ayudar a pintar el paisaje interior de esa singular nadadora. Salí con el alma cantando las viejas canciones de versos que creía ya perdidos. Oscilaba entre "O qué será qué será, que andam suspirando pelas alcovas" y "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡Ay Dios!"... No sé, me sentía feliz, como si hubiera sido yo la loca de la historia.

Finalmente tenía la información escrita en mis manos, y efectivamente pude conocer más detalles de la chica gracias a la nota de La Prensa:

"Se trataba de Susan Shade, ciudadana alemana de 27 años de edad, quien ese mismo día había llegado a Panamá sola y se hospedaba en el hotel Covadonga, ubicado en Calidonia, confirmó el jefe de Rescates de Sinaproc, Heriberto Chávez."

-¡Ah vaya! Joven europea solitaria que se hospeda en Calidonia. ¡Qué perfil! Tan extraño como el hecho mismo...-

"Dos testigos, dijo Chávez, reportaron que la mujer leía sentada en una de las bancas de la vía, se levantó, se quitó la ropa y se tiró a lo que creía era agua, pero cayó en la arena. Se incorporó, caminó hasta el mar y empezó a nadar."

Luego de leer esta parte creí que soñaba, o que en caso contrario, comprobaba la existencia de lo Real Maravilloso. ¿Qué pensamientos tan huracanados la hicieron huir al oscuro y denso mar? La clave estaba cerca, ¡Muy cerca! La había dejado justo en esa banca...

La noticia continuó con el testimonio del tal Chávez: "Se notaba desorientada e hiperactiva... No quiso dar detalles de por qué se lanzó al mar".

-¡Claro! ¡ Pero si hay que avivar el misterio! ¡Buen texto!-
-¡Ahora sí, querido periodista, lanza esa verdad al viento, descífranos El Gran Secreto!-

Ansiosa llegué al último párrafo, y cuán grande fue mi tristeza al sólo leer:

"La Policía de Turismo, junto a un enlace de la Embajada de Alemania en nuestro país, la llevó a la sede policial para entregarle sus documentos."

Fin.

No hubo conejos ni palomas. Ni siquiera monedas detrás de la oreja. La magia había acabado. Cerré el diario, lo tiré en el sofá, volté la mirada hacia la cocina y los platos sucios me hicieron volver al mundo de la sequedad. Hasta el agua se había ido.

Ninguno de los periodistas que cubrieron la insólita noticia, ni los de la radio ni los de la prensa, y mucho menos los de la televisión, lograron encontrar la gran respuesta del por qué se había tirado semidesnuda al mar la joven y solitaria turista alemana.

Y es que para ello les faltó hacerse esa maravillosa pregunta, esa que ahora merece añadirse al cuestionario universal de Chico Buarque:

"¿Qué estaba leyendo?" O qué será qué sera...

viernes, 22 de agosto de 2008

¿Teatro de sombras o teatro en sombras?

- ¿Cuándo traerán a Panamá un teatro de sombras? - Me pregunté una vez.

- ¡Pero si aquí hay teatro de sombras! - Aseguró papá.

- ¿¡Ah sí!? - Le indagué yo - ¿Dónde?-

- Quédate en la esquina del Coca-Cola*, una noche en la que se valla la luz, como a eso de las once de la noche,

y ya verás...** -


* El Coca-Cola es un café entre calle 12 y 13 de Santa Ana. Uno de los más viejos de la ciudad..

martes, 12 de agosto de 2008

El pretérito duele


Fue seco, súbito y tiernamente cruel, el golpe que recibí detrás de la iglesia de Santa Ana la otra vez. El maleante, confiado como pocos, me apuñaleó de un modo indicativo (el más desacarado de todos), y logró su fechoría al robarme esa lágrima que guardaba tan celosamente en mi pecho, aquella que me alcoholizaba con la inocencia de un presente alucinador. Hoy, miro el letrero de La Infantil, desvaneciéndose, y ya no tengo defensas. Sufro la herida abierta de leer "calzamos generaciones" en pretérito indefinido.

Lucho entonces con la esperanza de volver por un instante a ese momento de inmensa felicidad, en la que un viejito, cabecita blanca, gatito al cuello y caminar de seda, me colocaba mis primeros zapatitos blancos, cuando mi cuerpo apenas experimentaba el desafío de la marcha por este mundo. "Éstos te harán caminar bien", me lo dijo en tiempo de bolero, bajo el compás de un momento privilegiado, y con su música sentí una comodidad que iba mucho más allá de mis pies.

Hoy no sé por qué recuerdo tan vívidamente el roce de esos dedos de leñador, firmes y dóciles al mismo tiempo, pasando ese primer zapato por mi pequeño talón, indicativo de que no me dejé arrebatar mi recuerdo. Lo retuve, lo retengo y lo defiendo. Al final el ladrón pudo borronarme algunas imágenes, como la mirada de mamá, el inmeso anaquel de madera lleno de cajas que no logro ver si llegaba hasta el techo (¡Ah, pero qué techo!), el color de los encajes de mis medias, las mujeres gritando quién sabe qué desde los patios vecinos o el color de los viejos mosaicos de tonos cantina de La Infantil. Pero el roce... aquí está. Jamás diré "Aquí estuvo" y se queda conmigo.

Saliendo victoriosa del ataque de este ladrón llamado Olvido, logro para mi sorpresa fotografiar una forma fantasmal desde una de las puertas de esas tristes ruinas en venta que un día fueron La Infantil: una zapatería que guardaba en su viejito bonachón el secreto de calzar algo más que "generaciones".

¿Pero de quién será esta imagen? ¿Será la de este viejo mago zapatero? ¿O la de algún niño? ¿O niña? ¿No seré yo misma, o al menos una parte de mí, encerrada en estos muros?

Futuro Imperfecto, ¡Qué callado eres!

martes, 5 de agosto de 2008

Los fantasmas del Louvre


Alocados, estresados, endemoniados
prisioneros de la dimensión del tiempo
incitados sin cesar a verlo todo
sin observar nada
corren los fantasmas turbulentos del Louvre.

Sus muros sólo observan y se ríen.
Entre tanta rapidez y tanta falta de diálogo
su secreto está bien guardado
pues aun si lo gritaran al viento
nadie se detendría a escuchar.

Palabras robadas de mi abuelo


"¡Nadie se muere en la víspera, negra!"

(Dedicado a Julio Cortázar)

miércoles, 2 de julio de 2008

LA ALQUIMIA DEL CONQUISTADOR

... y he aquí que una sonrisa sublima la vista en gusto.

PETICIÓN DEMENTE

Hazlo yamente
Hazlo. ¡Pero ya!
Perdón... ¡Yamente!
porque me gusta ponerle mente a la cosa
y crear la cosa de-Mente.
pero si de acciones se trata, ¿Por qué esperar? ¡Las quiero YAMENTE!.

Yamente es el ya con Mente
es el privilegio de mi instante consciente
¿No ves que me asusta el tiempo vacío, sin huellas, sin recuerdos, sin Mente?
¿Aquél que hiere los sentidos
(y la mente)
cuando te dicen: "ya pasó", "ya fue", "ya ocurrió"?
O peor aún: "¿Qué te pasa? ¿Estás demente?"

Mejor no me asustes más y ámame, ¡Pero hazlo YA!

Perdón, yamente...

lunes, 16 de junio de 2008

Extravío semántico

La Peatonal es un delicioso extravío semántico.

!Piérdete en ella! !No te arrepentirás!

Y con un poco de suerte, quizás encuentres el London Bazar...

sábado, 14 de junio de 2008

El boxeador de la casa 869

Yo le puse Rastita de cariño. Vivía aquí no ha mucho tiempo, cuando el lote 869 era una verde casa-pobre-casa-grande y no este triste solar vacío de historias muertas. Me acuerdo que Rastita era algo alto, de tez negra, cabellos largos y enrolados, contextura muscular algo seca, nunca le vi camiseta, camisa, camisón o cualquier cubre-pecho conocido. ¿Y para qué? Si a él le gustaba andar así... La exuberancia de su musculatura era la despreocupación en movimiento.

Todavía me acuerdo de aquel tiempo, cuando el liso de su pecho juvenil azotaba el pudor de algunas damitas de otros lares, asustadas ante la experiencia antropológica de pisar la recién estrenada Peatonal. Qué pena que ellas no disfrutaran de aquel encanto humano. Su admiración se traspolaba en miedo y le salían huyendo al Woman no Cry como si vieran a un íncubo desplatado. Lo último, sobre todo, las aterrorizaba, porque lo primero en el fondo siempre las excitó.

Pero a Rastita eso ni le iba ni le venía. Él igual seguía existiendo. Su caminar largo y relajado por la avenida de ladrillos traqueantes hacía alarde de su misteriosa vida. Entre alegre y decadente, la danza de sus threads hacía el conjunto perfecto con lo LavaSoleado de su short marrón y sus chancletas de evidente kilometraje. Resultado: un efecto sobrio y elegante del más abrupto spleen tropical. Era algo mendigo, algo atleta, algo arrogante y algo bohemio. Era un Todo hecho carne... ¡Y pelo! Y para rematar este cuadro passarella, adivinen qué: Nada mejor que las siempre empedernidas bocinas de Empeños San Ramón reventándose al ritmo de Oooone draaaaaaaaw... One draaaw... de Rita Marley.
Así era. Al igual que Estéreo Azuuuuul (lalalalalalala...), la Peatonal se llenaba de sonido y colooooor (lalalalalalala...)

Muchos dudaban de su lucidez mental. El buay no 'trabajaba', recogía cosas viejas y desechadas, era negro, rasta, alegre y andaba semi desnudo. "Ese man es un piedrero" Sentenciaron más de cuatro amargados. Hoy que ya no está acepto su locura incondicionalmente. Después de todo, ¿En qué cabeza cabe vestirse con mínimas de treinta y cuatro grados celsios?

!Ah! Rastita, quién diría que un evento en apariencia rutinario me haría descubrir una vez el secreto de tu figura perfecta: esperando un Tumba Muerto desde La Parada de Lucianito miré inevitablemente esa casa de madera, la 869. Ese balcón, el primero a la derecha, decorado con una serie de objetos que al estar allí se transmutaban en signos de un indescifrable mundo interior: una rueda de bicicleta, tres vasijas de latón, el esqueleto del soporte de una vieja cama y muchos, pero muchos trapitos. Y allí estabas tú, colgando algunos de esos desgastados retazos de tela achocolatados. A simple vista tu lavandería encerraba una extraña contradicción, porque justo debajo del balcón se multiplicaba la basura en la planta baja del viejo caserón, sector visible desde la calle por los portones inexistentes de madera. Pero a ti eso ni te iba ni te venía. Con cada horquilla que abrías entre los dedos tus pupilas brillaban como si encontraras en ellas el origen del Universo. Y seguro que ese día encontraste algo, porque ya no he visto más esa sonrisa en otro rostro... ni con otras horquillas.

Una semana después supe el resultado de aquella contemplación: Aquellas tiras de trapo se habían convertido en una enorme pera que colgaba desde el techo. Ahora de nudillos cubiertos, te habías vendado la mano a manera de guante, claro, con esos mismos retazos de tela amorosamente lavados. El balcón de la casa 869 era ahora tu gimnasio de boxeo. Varias veces te vi entrenando, golpeando en sincronía la pera de trapo. Así pasabas horas, días... años, y cada vez que por allí pasaba mi mirada no podía dejar de contemplar la alegría de lo simple. ¿O quizás no era tan simple?

Ahora el gimnasio ha desaparecido. Hoy ya no hay casa en la 869, sólo una sólida cerca y un frío anuncio que prohíbe echar basura y ya está. ¿Que no hay desperdicios? Cierto. Tampoco boxeador, ni threads, ni alegría ni nada. El solar al frente de Lucianito jamás le contará a los transeúntes que una vez hubo allí un micromundo corpóreo y dinámico de pelos al aire, sonrisa fresca e imaginación profunda. Rastita, no sé qué te hiciste, sólo sé que esperar ahora un bus al frente de la 869 es un homenaje a la tristeza.

!Bless ya! Donde quiera que estés.

sábado, 5 de abril de 2008

El dulce imperio de El Conquistador

A medida que los lapsos tan queridos de mi infancia son pisoteados por una creciente realidad urbana de espacios virilizados con cemento me revuelco con más violencia en la paleta de mi memoria cromática.

No te vayas, payaso de Textiles Mundiales, viejito bonachón de La Infantil, fantasma de Héctor Lavoe dando alaridos desde una radio en Salsipuedes, rastita recógelo-todo del balcón al frente de Lucianito. Tú mismo, Lucianito, sigue haciendo pan aunque dé acidez e impregne el ambiente a levadura vieja.

¡No se vayan! ¡No me dejen sola! Por favor...

Es obvio: tengo miedo. Miedo de finalmente despertar un día y verlo todo en blanco y negro, ponerme antinaturales medias de nylon y tacones para nada lejanos, hacerme el blower aspirador de algo más del treinta por ciento de mis ingresos, claustrarme en un salón de clases y repetirle a unos pobres inocentes: "aprendan inglés o muéranse de hambre".

Algunos rebeldes con causa me ayudan en esta angustiosa faena de Existir. El Conquistador y su cuartelito de doce pies y medio de largo por seis de ancho todavía me hacen sonreir cada vez que atravieso esa parada de los multis de avenida B, cuando mi cuerpo, corcovado por el calor y el hastío, se envasa al vacío en el interior de algún Tumba Muerto o de algún Vía España-calle 12 desde la parada de Lucianito.

El Conquistador se niega a dejar el imperio y me alegro. Todavía está allí, custodiando celosamente su singular caja-mundo disfrazada de puestito rancio para vender helados. ¿Que qué tal son? ¡Lindísimos! De conitos chiquititos, curiositos, de esos que llegan a la boca y... ¡UUAZ! ¡Disparus!. ¡Y todavía cuestan quince centavos! ¡No! No me he fumado nada... ¡En serio! :) :) :)

¿El viejo? ¡Sigue sonriendo! Sí, no claudica el viejo de porra. Si te asomas por su pantalla verás que no miento. Te aturdirá una deslumbrante sonrisa y unos ojos claros de tiempo perdido, pero de tiempo perdido a conciencia, bien adrede, para no ser encontrado ni conquistado. De pronto hasta olvidas para dónde vas. Quizás porque irse de allí ya no tenga mucho sentido.

¿Imaginas a qué saben esos helados? Son el triunfo de los placeres condimentados de recuerdos. Seguirá irguiéndose el cemento, pero sólo el que penetra conquista, y esos helados ya ganaron la batalla, porque cuando el dulce imperio de El Conquistador caiga, todos moriemos un poco, porque morirá la vida.

¿O es que alguno de ustedes enamora invitando a ver edificios de bancos y oficinas?

sábado, 23 de febrero de 2008

Una lección de respeto

Fue por allá por la década del ochenta, cuando mi mente se debatía entre los extraterrestres de Máximo Camargo, el misterio de las vacas deslenguadas de Chame, el paradero de la cabeza de Hugo Spadafora y mi romántica decisión de estudiar periodismo, a ver si así, siempre fuera de casa, dedicaba mi vida a la resolución de estos grandes enigmas. Pero uno más concreto, duro y real, se me develó una mañana de aquellos años de 'cartucho' chileno, por boca del siempre querido Rómulo Emiliani, sacerdote que para ese tiempo promulgaba su doctrina en masivas conferencias y en su programa de televisión "Un mensaje al corazón". Lo que me enseñó esa vez no lo olvidaré ni con heroína.

No recuerdo bien si fue doblando ropa o simplemente pasando frente al televisor, que mi mente prestó atención a las apasionadas palabras del sacerdote. Después de un rato no me extrañó su fulgor: hablaba de sexo frente a un centenar de jóvenes reunidos en un gimnasio. Orgiástico, ¿no?

- Y tú, muchacha, cuando te pida eso, ¿que le dicen cómo? ¿"la prueba de amor"? ¡NO!
La ovación que produjo esas palabras no tenía nada que pedirle a un concierto del Barón Rojo.

- "Tú me respETAS, hasta que lleguemos al matriMONIO! -
- ARRRRRGGGGRR AHHHH UUUUUUUU EEEEE!- gritaban los extasiados jóvenes.

Es todo lo que recuerdo. Me desplacé a otro lugar y mis recuerdos de aquel día llegaron a su punto final. La catarses fue grande, créanme.

Y se ve que el impacto de aquel discurso me ha calado profundamente hasta hoy. Ni loca me atrevo a imaginar el día de mi boda de sólo pensar en la reventada puñetera que me va a dar la bestia de mi marido.

Déjenme así mejor, buscando al chupacabras.

viernes, 25 de enero de 2008

Sobre la censura

Difílmente se logra decir algo que no choque la sensibilidad de algún ser humano de aquí o de allá
o de más allá... nunca se sabe.
Es el peligro permanente del existir. Quien no expresa no existe.

La psique, en particular, reacciona abruptamente a un sinnúmero de estímulos
y sus reacciones son tan ilimitadas como la variabilidad genética.

Entonces, si éste u otro establishment pretende censurar oficialmente una obra, sea ésta literaria o audio-visual, por contener una palabra "chocante" al público.
Y este público acepta sin titubear esta protección al choque,
y ni se pregunta el por qué de su indignación
Yo invito entonces a ese público a que cierre las puertas de su casa, al igual que sus ventanas
y todas las entradas de luz
que se acuesten en el piso
no valla a ser que la blandura del colchón también los choque
que cierren los ojos, que borren todos sus pensamientos
y que dejen de existir.

(Campaña pro penalización del colchón, ese montruoso invento cultural que todas las noches nos colma de recuerdos... y de ácaros.)

domingo, 13 de enero de 2008

Reflexiones paralingüísticas sobre la mano

Este artículo propone hacer reflexionar sobre el papel que juega la mano en la percepción sensorial humana y sus implicaciones lingüísticas. Este acercamiento se desarrolla desde un punto de vista etnocultural, con el fin de estrechar los lazos de unión entre nuestras funciones manuales y el lenguaje, explorar la mano como una intérprete genuina de la información neurológica entrante y saliente, ésta útima, reconstruida por las implicaciones culturales de la expresión humana.

La mano

En térmninos generales, los estudios sobre la mano en relación al sentido del tacto ocupaban un lugar bastante enmarcado en la tranmsmisión neurológica de sensaciones al cerebro. No es sino hacia la primera mitad del siglo XX que la antropología se encarga, de manera casi exclusiva, del estudio de la evolución del comportamiento humano a partir de las sensaciones táctiles, en particular, aquellas de origen manual.

La evolcuión física y cerebral del ser humano ha estado sin dudas ligada al progreso de la utilización de la mano como instrumento cada vez más preciso y que ha permitido una exploración cada vez más fina del ambiente. Una vez liberadas del suelo, las extremidades superiores del nuevo bípedo comenzaron a desarrollar nuevas facultades y una precisión motriz, que permitió particularmente la fabricación de las primeras armas de caza, al igual que la producción de un conjunto variado de otras herramientas.

Las necesidades elementalers de los primeros homínidos no se distinguen mucho de aquellas observadas en los bebés: no teniendo suficiente consciencia de su propio cuerpo, la urgencia de identificar el espacio en el que se encuentra en relación a la fuente de alimentos empuja al infante a reconocer con sus manitas la redondez de los senos de su madre, lugar donde encontrará la leche y el calor del cuerpo materno, elementos escenciales para la vida. La búsqueda de alimentos y de protección es consecuentemente la motivación primera de las exploraciones manuales del infante. Actos cotidianos como palpar las frutas antes de comprarlas o abrazar a alguien, serían manifestaciones reconvertidas de estos actos primarios e instintivos del ser humano.

La palabra "manifestación", de hecho, contiene en su etimología la toma de consciencia del papel activo de la mano en una sociedad. La mano ha moldeado sus funciones y afinado sus capacidades motrices simultáneamente con el desarrollo de otras funciones del ser humano, partiendo de necesidades animales y llegando a otras más complejas, dando origen a la cultura. Es así que la mano es capaz, no sólo de sostener una fruta o de golpear a un enemigo, sino también de asir, acariciar, palpar, friccionar, pellizcar, agitar, pulverizar, romper y todo el resto de acciones descritas a través del léxico actual y producido por las distinciones que nuestra cultura hace con el lenguaje para cada una de las formas del tacto.

Vandeput atribuye esta riqueza de información y de interpretación adquirida por la mano a las capacidades neurológicas de la extremidad, pero al mismo tiempo sostiene que éstas serían inútiles sin una gran variedad de contactos exteriores: "Es gracias al trabajo manual y a la experiencia adquirida que por nuestra mano real que podemos desarrollar y afinar la manipulación de nuestra mano psíquica. Ésta es altamente específica al hombre en la medida que corresponde al nivel de la toma de consciencia que él tiene de sí mismo. de su identidad y de su individualidad distintiva de los otros y del mundo que lo rodea". (1992, p.34)

¿Actuaría entonces esta mano psíquica, de manera consciente o inconsciente, sobre nuestra motricidad, punto vital de nuestra evolución cognitiva y cultural? Los atributos simbólicos de la mano de las culturas de la antigüedad muestran que este tipo de fenómeno psicológico no sería posible sin una toma de consciencia colectiva de las vitudes anatómicas particulares de la mano. Así, el dios maya de la creación, Kabul se le llama dios de la mano. En las invocaciones a Quetzalcoatl, dios azteca creador de la humanidad, es llamado mano o mano grande. En algunas regiones de áfrica, colocar la mano izquierda sobre la derecha representa la sumisión. El hinduísmo y el budismo han recreado su universo abstracto con los gestos de la mano: conceptos inmateriales como el amor, el miedo, la violencia o la esperanza se expresan con el simbolismo intrínseco en los Mudrâ, que quiere decir gestos de la mano.

En todas las culturas, algunas con mayor sutilidad que en otras, los ejemplos que asocian las capacidades propias de la mano con una condición divina son numerosas. Más allá de las cuestiones mitológicas o religiosas, los humanos han mostrado que los atributos ideológicos de la manualidad han sido siempre pertinentes, y la necesidad de hacerlas explícitas aparecen en todas las civilizaciones. A partir de las urgencias de expresar nacen las bellas artes como la cerámica, la escultura o la pintura.

La quiromancia, madre de la quirología moderna, es una antigua técnica adivinatoria fuertemente expandida en toda Europa, Oriente Medio y Asia. Esta práctica despierta polémica, al igual que las otras artes adivinatorias, a causa de su insuficiente rigor científico. No obstante, sus técnicas de análisis morfológico y metabólico reflejan una herencia de conocimientos perceptuales que la fisiología actual puede difícilmente despreciar.

Confirmar si la lectura de las líneas de la mano permiten entrever el destino de una persona, en comparación con la riqueza de los contenidos psicológicos y etnológicos inmiscuídos en esta práctica, podrían ubicarse en un segundo plano. "La existencia misma de la quiromancia, que se remonta a los tiempos más antiguos, deja en evidencia el papel del poder atribuído a la mano, intentando medirle el tiempo, el espacio y la duración, dicho de otro modo, la toma de conciencia que la persona puede captar sobre ella misma y el mundo que lo rodea. Es, indirectamente, este homenaje a la mano que es vista como el instrumento que forja el ser, o que el ser forja, o por el cual él se forja" (revista Psicopedagogía 2005, p.9)

La mano ocupa, con el aparato articulatorio y fonatorio, el primer lugar en la estimulación sensorial. Un investigador como Vandeput, apreciando la pertinencia del papel de la mano en el proceso de adquisición de conocimientos y de construcción de sentido, no exagera cuando escribe: "Siendo una verdadera extensión orgánica y funcional del cerebro, la mano cumple la misión de antena exploradora del ambiente, a la vez que, como instrumento, es capaz de actuar sobre éste último y transformarlo." (1992, p.34)

A partir de esta relación de correspondencia, la mano desempeña un papel que va más allá de su utilidad mecánica. El desarrollo de su complejidad nerviosa le permite establecer una relación simbiótica con el cerebro, y en consecuencia, con su crecimiento cognitivo. Mientras más expuesto esté un individuo a un número variado de estímulos, y mientras más sensaciones se suciten a través de la mano, el individuo contará con más información para su interpretación, análisis y síntesis, operaciones que dan sentido y forma a todas las actividades humanas. En la revista Psicopedagogía (2005), Rufo ejemplifica la relación sensación-sentido-lenguaje en sus reflexiones sobre las connotaciones del verbo tomar o coger (saisir en francés):

"Tomar o coger ((saisir)), ante todo, es un acto que no puede ser más concreto, pero que se vuelve profundamente abstracto, ya que se 'toma' el sentido de una frase (en tanto que se tome de antemano el sentido lineal, es decir, el orden físico de las palabras que componen la frase), de una ponencia, de una explicación, de una lección, de un deseo (sin olvidar la dimensión emocional, ya que se puede estar cogido ((saisit)) de miedo)"

Ingnorar las contribuciones conceptuales adquiridas por el tacto y las manos, desde las más concretas hasta las más abstractas, significaría escribir una larga lista de preguntas sin respuestas. Interrogaciones de tipo "¿cómo?" y "¿porqué?" sobre el origen y desarrollo del lenguaje humano.

La mano, simbolismo y kinesia

El valor etnocéntrico de la actividad manual aborda la escritura, la acción más notable de la cultura. Ella exige no sólo un entrenamiento artificial y una toma de consciencia diferente del lenguaje, sino que también impone un consenso sociocultural que modela y altera el desarrollo congnitivo de una población, algunas veces de manera peligrosa.

La práctica de la escritura a estado muchas veces sometida a un objetivo ideológico, particularmente sensible en ciertos ambientes sociales. Un buen ejemplo de ello está plasmado en un programa de la televisión chilena que lleva el título de “31 minutos.”

Este programa infantil, protagonizado por marionetas, imita el mundo de un noticiero televisivo, con personajes que parodian el aspecto egocéntrico y sensacionalista que caracteriza a una gran parte de estas emisiones. El programa fue considerado un éxito latinoamericano y al parecer no es una exageración, dada la cantidad de países hispanohablantes que todavía lo emiten.

En uno de sus episodios, el presentador del noticiero, Tulio Triviño, entrevista al Tío Horacio: un ex animador de un programa ficticio de variedades y concursos para niños en los años 80. Tulio hace pasar un video de este programa en el que el Tío Horacio lee la carta de un pequeño admirador. En ella el niño pregunta:

- Querido Tío Horacio: yo soy zurdo, o sea, que escribo con la mano izquierda. ¿Es eso malo? –

El público, todas marionetas, gritan “¡oooohhhhh!” junto al Tío Horacio. Todos se muestran muy sorprendidos, porque encuentran muy raro el hecho de que alguien pueda escribir con su mano izquierda.

- Querido amigo – dice el tío Horacio- lamento decirte que… (suena parte de la música) ¡Sí! ¡Ser zurdo es una enfermedad terrible, jejejejejejejeje!-

Esta declaración está acompañada de gritos y saltos frenéticos de las marionetas.

- La gente normal no es zurda. Lo mejor que puedes hacer es amarrar tu mano izquierda a la espalda y tratar de escribir con la mano derecha – Y después de este consejo, vamos al boing boing boing boing (el video continúa con la canción idiota “Boing, boing, boing” del programa del Tío Horacio.

El video termina. Tulio se muestra espantado por todo lo que ha oído y afirma:

- ¡Pero qué bestia más grande! ¡Ser zurdo no es ninguna enfermedad! –

- En ese tiempo lo era, Tulio. Y tener el pelo largo también era una enfermedad. Y saber inglés, y tener las orejas grandes, ¡jejejeje! Justifica el Tío Horacio.

El conflicto entre ser zurdo o derecho que se presenta en esta escena reúne en un misma alegoría dos críticas: una política y otra pedagógica. Representa el mensaje contestatario de una infancia “ya pasada”, vivida seguramente por los realizadores, dos periodistas chilenos treitañeros. En un país como Chile, tocado por una historia de conservadurismo institucional y por la pasada dictadura militar de Augusto Pinochet, conocida por su persecución contra los sectores de izquierda, los realizadores de 31 minutos han demostrado que contar la historia reciente, y a su manera, resulta pertinente y hasta 'rentable' para captar la atención de los más pequeños. La percepción sensorial a contrariar, la motricidad que permite el aprendizaje de la escritura, se convierte en un mensaje político de comprensión kinésica.

Considerar a los zurdos como “anormales” era una realidad en los sistemas educativos de América Latina hace sólo algunas décadas pasadas. En añadidura, las connotaciones negativas contra el lado izquierdo son también conocidas en la cultura europea. En la lengua francesa, por ejemplo, la palabra “gaucherie” (condición de ser zurdo o relativo a la izquierda) se define en el diccionario Larousse como “torpeza”. Una connotación negativa equivalente en la lengua española sería el adjetivo “siniestro”, en contraposición a “diestro”. El primer término se relaciona a aptitudes oscuras, peligrosas o malvadas, mientras que el otro es indicio de características positivas: hábil, talentoso, inteligente.

Hoy en día, gran parte de los complejos culturales sobre los zurdos han desaparecido. Los estudios neurológicos y psicológicos no encuentran lazos entre aptitudes de torpeza con la preferencia espontánea de utilizar la mano izquierda en actividades que demandan acciones psicomotrices precisas. “Un gran número de diestros tienen sus centros principales del lenguaje localizados en el hemisferio izquierdo (lo que no quiere decir que el hemisferio derecho no participe en el lenguaje), pero no son todos. A la inversa no ocurre lo mismo con los zurdos, quienes en un porcentaje significativo poseen igualmente sus centros del lenguaje en la izquierda.” (Rufo, 2005, p.13)

Si se sostenien las afirmaciones de Rufo, Kandel y Schwartz (1985), se calcularía la distribución de funciones y de facultades ligadas al lenguaje entre los dos hemisferios desarrollados por los zurdos, los diestros y los ambidiestros, bastante buena entre los zurdos y casi imposible entre los diestros. Contrariamente a las teorías que establecen el hemisfero izquierdo como motor exclusivo del desarrollo de la facultad lingüística, Kandel y Schwartz muestran que ciertas potencialidades lingüísticas están inhibidas entre los diestros.

LATERALIDAD

LATERALIDAD HEMISFÉRICA PARA EL LENGUAJE

MANUAL

izquierda (%)

derecha (%)

bilateralidad (%)

Izquierda

64

20

16

Derecha

90

10

0

Ambidiestra

60

10

30


Estudiar entonces las dificultades de aprendizaje, teniendo en cuenta la negación social de una condición de percepción táctil-motriz como la condición zurda, o la misma ambidiestra, podría significar una respuesta total o parcial a las preguntas que se formulan los docentes con frecuencia en cuanto a las torpezas de un número importante de alumnos. Las matemáticas, por ejemplo, que presentan conocidos problemas de aprendizaje, dependen de una toma de conciencia del espacio. “Hay problemas específicos del la falta de cálculo... y el origen de este problema está en una mala representación del cuerpo. La aritmética supone como adquirida la idea de progresión – en particular aquella que va de izquierda a derecha – y la geometría, la de localización en el espacio” (Montrond, 1993, p.86)

¿Será posible que se haya luchado por años, y probablemente que se siga luchando en varias partes del mundo, contra la tendencia del desarrollo sensorial espontáneo que toca aspectos cognitivos y pedagógicos, únicamente a causa de criterios ideológicos o religiosos culturalmente impuestos?

Conclusión

La mano juega un rol esencial en nuestra necesidad de comunicar, manifiestada con frecuencia por el gesto y el lenguaje escrito. De hecho, nuestras funciones cerebrales superiores, productoras del pensamiento abstracto, del mismo modo que nuestra personalidad afectiva, son constantemente recompuestas por esas mismas impresiones táctiles que se encargan de proporcionar constantemente los contenidos y las formas útiles en la construcción de sentido.

Considero entonces que estudiar la amplia extensión semántica de la manifestación humana en las ciencias del lenguaje se convierte en unn tema de relevancia, y que no debe quedarse en una etapa pasiva de reflexiones (como las mencionadas en este mismo artículo). La pedagogía, por ejemplo, debe prestarle mayor atención a los trabajos manuales y a las artesanías, ya no como simples pasatiempos, sino como verdaderos talleres de producción cognitiva. Es necesario dirigir el estudio del tacto y sus lazos con nuestra inteligencia, nuestras emociones y nuestras facultades lingüísticas, hacia una comprensión más integral de la facultad creadora del ser humano expresada en la palabra, los gestos, y entre ellos dos, las manos.

Referencias

  1. BUONARROTI Michelangelo, « L’intelligence au but des doigts », in 2005, Psychopédagogie.
  2. CHEVALIER et GHEERBRANT, 1982, Dictionnaire des Symboles, Paris, Laffont et Jupiter.
  3. DELMAS et DELMAS, 1962, Voies et centres nerveux, Paris, Masson et Cie.
  4. Kandel et Schwartz, 1985, Principles of neural Science, L.A. Elsevier.
  5. MONTROND H. de, 1993, Être gaucher, Paris, Albin Michel.
  6. PRICE et FEINMAN, 1997, Images of the Past, California, Mayfield.
  7. SORIANI Eugenio, 1937, La moderna quirología, Buenos Aires, Kier.
  8. TOURRETTE et ROUSSEAU, « Des interactions communicatives mère-enfant aux premiers productions verbales : perspectives différentielles » in 1995 Aspects différentielles du langage, Paris, CALAP.
  9. VANDEPUT Ives, 1992, Psychologie de la main, Paris, Alain Brêthe.
  10. VYGOTSKY Lev, Pensée et langage, Paris, Hachette.

miércoles, 9 de enero de 2008

Orgullosamente 'independientes'

Es mi escrito favorito de la época en la que participé en el semillero de La Prensa. Espero que les guste.


Orgullosamente ‘Independientes’

Alí es un guerrero anónimo de la vida. Milita en El Hogar, un batallón con olor a familia. En lo cotidiano, embellece a las mujeres en su salón de belleza ubicado en El Amanecer de Los Andes. En la práctica castrense, siendo escolta de las batuteras, ondea su cuerpo y se estremece al rítmico golpeteo de redoblantes, cajas y tenores. Alí y su banda, en su intrépida avanzada, muestran que no todas las guerras se resuelven con rifles o espadas. Sus gritos son los clarines, su enemigo, la indiferencia. ¿Botín de guerra? La ovación de un público numeroso, apasionado, fiel al ‘toque’ de su banda y a sus singulares movimientos. Se siente orgulloso de pertenecer a una banda independiente.

Al igual que el esbelto estilista de ojos claros, 14 mil almas en todo el país se aventuran cada noviembre a la caza del prestigio y la admiración, reflejada impetuosamente en las exclamaciones más comunes de sus admiradores:

¡Pueblo quiere escuchar música!

¡Plena, plena!-

¡Canta, canta, dale ‘cuero’ a esa ‘vaina’!-

¡Menéate! ¡Dale, dale dale!-

Otra banda, siempre dispuesta a ganar adeptos, es la Búho de Oro. Para ellos, el camino a la fama y la gloria está lleno de aplausos y conocidas ovaciones a lo largo de un desfile; pero como en toda lucha de independencia, los soldados no dejan de correr riesgos. En medio de una aclamada presentación del día cuatro de noviembre de 2005 en la calle 50, veinte minutos después del paso frente a la tarima honorífica, cuatro motocicletas con policías verde olivo zigzagueaban amenazantes entre las filas de esta banda, hasta toparse frente a frente con los redoblantes: cabezas de la banda musical. En nombre de la tardanza del desfile, los verdes con sus máquinas atrincheraron a “estos pela’os que no hacen caso”. Lo que no estaba calculado en la estrategia policial era la exigencia de los espectadores que a esa hora no se resignaban a ‘dar de baja’ el espectáculo. Con rabia, protesta y euforia, el público protestó. Los “desobedientes” recobraron fuerzas y redoblaron el candente ritmo. Ni cuatro potentes tiros al aire fueron suficientes para imponer la inexplicable voluntad policial. El sonido escapes de las motocicletas anunciaban la retirada de la autoridad institucional. Los independientes, pese a su descontento, prosiguieron.

“Siempre lo mismo. ¿Qué culpa tenemos nosotros de que el desfile se atrase?” Se pregunta uno de los redoblantes de la Búho de Oro. Para René Justiniani, el presidente de las bandas independientes de Panamá, ésta y otras preguntas son constantemente incontestadas cuando alguien se declara ‘independiente’. “El Ministerio de Educación, simplemente, guarda silencio”.

Lo que el incidente del 4 de noviembre sí comprobó es que los simpatizantes de las bandas independientes no callan. Uno de esos adictos a la independencia es Róderic, un micro-comerciante de 36 años. Se declara un ‘creyente’ de ésta, su singular religión. “Las bandas independientes son lo mejor, son el ‘toque’ que encanta en los desfiles”; nos dice mientras deslumbra su mirada ante los cuatro magos del bombo de la Búho de Oro, que a petición del público lanzan sus instrumentos al aire.

Maniobras como las de los bombos voladores son sólo uno de los sortilegios de las bandas independientes para seducir a su público. Y aunque cuentan con el poder sugestivo de su música, se niegan a estancarse en la dimensión sonora. El golpe rítmico y constante de los pasos hacen que las siluetas bailen con una cadencia semejante a los congos o al candombe afro-americano. Entre figuras y sonidos, los guerreros hacen que sus adeptos se tiñan de independencia al afirmar “Esos son de los nuestros”.

El fervor colectivo de la ‘independencia’ es para Miguel Àngel Candanedo, ex-decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá, la medida tangible de las necesidades inherentes de un grupo, cada vez mayor de ciudadanos, de participar activamente en su comunidad y de sentirse representados en ella. “Donde no hay trabajo ni diversión, ésta es una forma de expresar colectivamente esa insatisfacción social que viven todos los días. Es la manera que han encontrado para desahogarse”.

Pero, ¿de qué quieren desahogarse estas personas? ¿Cuál es el génesis de esta “insatisfacción social”? Para Pablo, un prófugo de la justicia de 26 años, la respuesta puede no resultar complicada: “Me gusta ser aplaudido, eso es lo mejor”; lo dice sin perderle la vista a las patrullas que se acercan rápidamente al final de la calle 50 para “despejar el área” tras el final del desfile. Cinco minutos antes de la huída bastan para abrazar con cariño a su ‘hijastra’: una chica de 17 años que toca tambor tenor.

Esos gestos de compañerismo y de ternura son los que inspiran a Álvaro Mosquera, un chico de secundaria, a unirse a la tribu independiente: “Me gusta compartir con los compañeros, sobre todo, rendirle homenaje a la patria, no es nada más dizque sentirte ser panameño. Si no estás verdaderamente celebrando los días patrios, para eso mejor no soy panameño”. Un par de manos estrechadas entre sí inspiran el alma de Álvaro: son las manos unidas de Alianza, el emblema de su banda. Otro caso de ‘solidaridad independiente’ es José René Rangel de la Búho de Oro: es desempleado, tiene 33 años, y debido a un accidente se desplaza en silla de ruedas. “Me gusta el trato que me dan mis amistades. No me abandonan”. Con clarín en mano, José se siente uno con su banda. Ya no está solo para alzar la voz en la guerra del olvido.

Tirso Castillo es sociólogo especialista en estudios criminológicos. Para él, las motivaciones que conducen a las personas a integrarse a una banda musical tienen varios factores en común con la organización de pandillas y otros grupos criminales: “Cuando se les pregunta [a los pandilleros] por qué pertenecen a estos grupos, ellos contestan que quieren formar parte porque lo consideran una familia”. Castillo enfatiza entonces en la necesidad que toda persona tiene de “realizar algo positivo para ellos y la sociedad”, tal como otros grupos poseen su espacio de reconocimiento, ya sea dentro de páginas sociales de los diarios o apariciones televisivas.

El esfuerzo colectivo de estas bandas cobra fuerza cada noviembre, con el esperado encuentro directo, sin intermediarios, con el Presidente de la República. Contrariamente a sus expectativas, ese tres y cuatro de noviembre de 2005 las bandas independientes no se toparon siquiera con los representantes ‘de mayor rango’ del Gobierno Nacional. La mayoría de las caras homenajeadas les eran desconocidas. Para Mosquera y su tribu, el momento cumbre perdió su encanto: “Ellos dicen que el panameño tiene que hacerle homenaje a la patria, pero cuando uno pasa por la tarima uno ve que los está saludando, mientras se la pasan hablando por celular, haciendo de todo, menos prestándole atención a uno”. Indignado, el guerrero de Alianza no deja de relacionar esta dejadez con los prejuicios que pesan sobre su uniforme y el de los suyos: “Mucha gente piensa que en las bandas independientes hay muchos muchachos delincuentes. Somos jóvenes, orgullosos de ser panameños y es lo que demostramos en estas fiestas patrias”.

Reconfortante será entonces para los 'independientes' observar que la indiferencia de unos cuantos no destruye las pasiones de muchos. Los guerreros anónimos continúan su marcha por las calles, firmes, orgullosos, complaciendo a quienes nunca los abandonan: su público. Ante esta revolución sin tiros por el derecho a la identidad y el reconocimiento, Castillo sólo advierte: “Una sociedad anclada en aspectos negativos es una sociedad que va a morir”. Y mientras que esta reflexión intenta calar en la conciencia de algún lector, un ‘pavo’ de la ruta de Don Bosco ya ha descubierto la fórmula mágica contra la insatisfacción novembrina: “No importa, la revancha es el 28 en Chorrera, sa’e”.