Tiemblo. Grito en silencio
(Maldito grito)
Escribiendo estas líneas
burlando, digo yo, al virus del momento que invade mi cuerpo
(Bendito virus)
escucho a una fémina
como yo
clamar en la radio el apoyo
económicohacia una compatriota
otra hembra... ¡como yo!
para que Panamá tenga una Latin American... olvídenlo. Me da pudor.
- "¿Qué espera? ¡Mande su chat! ¡Llame ya!" -
- "¡Panamá te necesita!" -
Cómo me duele ser hembra, varona
humana al fin
porque no muy lejos
otros gritos se apagan
en este mismo instante
en las montañas, cerca de cafetales y bananeras
niños y niñas gnobes, buglés, bri-bris
mueren de hambre en medio de una lujuriante abundancia
de peibés a la europea y neonatas mansiones turísticas
Gritos ahogados a falta de activos
¿los pasivos? ¡Sobramos!
Gritos por los que nadie llama
hasta que llegue la teletón
y nos venda la telemierda
hecha caridad.
Gritos que se ahogan por no ser "competitivos"
con las siliconas, las luces, los ídolos prefabricados
o las miserias de moda.
(Maldito espectáculo)
Y así, en la indiferencia más descarada
en este país de mentira, como tantos otros
una voz se apaga
y nace una "estrella."
Maldita constelación.
(Inspirado en La Maldición de Tomás Martín Feuillet y en un momento de profunda debilidad corporal)
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