lunes, 21 de julio de 2014

Fuga

Te registro en tus manos
abiertas como candados rotos
Dime, peregrino
¿Sabes quién soy yo entre tus dedos?

La última reja está en tus ojos.
Eres la mirada sin olvido
toda vez que abres tu ventana
corre la fuga como un colirio
aunque la unión de pupilas sea un salto al Vacío.

Si cae la noche y nada promete que vuelva
sólo puedo cerrar los ojos y escucharte
como la brisa de marzo en mis cabellos
o como el llanto de una tarde de octubre
que diluye el fuego y muere sonriendo.

Eres Toccata y Fuga para no morir
a la caza del silencio fugitivo.
Somos un pentagrama de sombras
bañado en destellos de semifusas.