martes, 23 de diciembre de 2008

Reloj detén tu camino


Te lo ha suplicado papá tantas veces
a punta de guitarra lastimera
esa que me enseñó a llorar
al ritmo de tu canción

"Y tu tic tac me recuerda
mi irremediable dolor"

Tic tac tic tac tic tac

Reloj detén tu camino
porque si mi vida se apaga
la tuya también
quién te dara cuerda
quién de dará bola
Nadie

Quién te pensará en esta vida de apuros y de sobresaltos
a quién engañarás de doce en doce

A quién le robarás el presente

Reloj
no marques las horas
porque voy a enloquecer
y tú también

A mí sólo me queda esta noche
pero tú
tú amante es el tiempo
implacable, continuo
¡Relativo!
Con él sólo vivirás la oscura vida sin vida
que es peor que morir

¡Vas a sufrir! ¡Deten tu camino! ¡Deten tu camino!
Deten tu camino...
tic tac tic tac tic tac

"Porque mi vida se apaga."
Y la vida se apagó.

sábado, 20 de diciembre de 2008

El día en que la vida se detuvo (y no fue película)


Ese día.
Lo recuerdo como si fuera siempre. Nunca se irá de mí. Es inevitable volver a los 14 cada 20 de diciembre.

El frío vuelve a mis huesos, lo mismo que esos gritos, no tan lejanos, de personas calcinándose en El Chorrillo, barrio donde hasta hace unas cuantas horas vivía mis navidades entre el sabor de la salsa, los trompos voladores y el pescado frito. A muchos de esos niños ya no los vería más.

Cada 20 de diciembre Madre me me hace crecer, y me manda a la mierda por no agarrar a mis primitos que querían ver el vuelo de los aviones yankis, esos gigantes de negro que parecen de otro planeta. Son los mismos aviones emisarios de la Mala Nueva: otros niños, como nosotros, acaban de ser destrozados a la salud de una Navidad Negra, por cortesía de George Bush y compañía.

Cada 20 de diciembre se detiene la vida en Panamá. Los niños que jamás serán adultos y que se desvanecieron con el color de sus canicas lo saben perfectamente. Los otros, los que siempre se conformaron con la "Causa Justa"*, cual exitosa campaña electoral, creen ser hombres y mujeres exitosos por hormiguear dentro de los centros comerciales, fábricas industriales de zombies (¿O de zombies industriales?) en esa afanosa búsqueda por comprar lo que no se requiere.

Y lo más triste: juran que están vivos, cada 20 de diciembre.

* Just Cause, nombre de la operación de Estados Unidos para invadir Panamá.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Humanidad des-cifrada

Mucho champú
Poco enjuague

Montones de ojos
Algunas miradas
Escasos reflejos

Uno que otro escote
Más de un tapujo

Encuentros múltiples
Incalculables desencuentros
Alguno que otro vacío

Infinidad de preguntas
Ninguna respuesta

Encuentra a Alicia


Una está viendo el presente
la otra, el futuro.

¿Quién atraviesa el lente?

miércoles, 3 de diciembre de 2008

ESCRITURA AUTOMÁTICA: Diablos Rojos


Diablo rojo cortesía de Panama-guide.com


El diablo rojo es un personaje misterioso, de choferes inquietos y pavos* castrados al no poder volar por el rojo del semáforo.

Llantas lisas, llantas lisas, ¿por qué tan atrevidas?

Llantas lisas chillan alrededor de la orgía de diablos rojos, reunidos descaradamente alrededor del semáforo de la muerte donde chofer y pavo unen sus destinos.

Chofer, por favor, déjeme besar la tristeza de sus llantas lisas, antes de que el pavo implacable me grite: ¡Pa' trás, pa' trás!

El semáforo, anunciando mi muerte, prepara entre los diablos rojos un festín de pavos insaciables en la gloriosa búsqueda de la primera plana de El Siglo.

* Pavo: asistente del chofer de un diablo rojo. Suele estar colgado de la puerta y pregona las paradas.