jueves, 23 de octubre de 2008

El acceso a la luz exige...


El acceso a la luz exige
la apertura de muchas puertas
la ruptura de muchos barrotes
el salto de muchas cercas
el toque de muchos timbres
la maldición de muchas viejas
la persecución de muchos perros

El acceso a la luz exige
la exploración de muchos pasadizos
vecinos y propios, bellos y prohibidos
jugar en ellos con manos sucias
y con lodo avivar el blanco de sus paredes.

El acceso a la luz exige
el ventoso baile de hojas fértiles
con ardientes rayos de sol:
danza frenética y sagrada de destellos mágicos
que nos abren el camino
mientras nos lastiman la vista.

El acceso a la luz exige
El completo manejo de la sombra.

viernes, 17 de octubre de 2008

¡Gracias General!

Corre 1980 y me deleito con las imágenes institucionales que ruedan en nuestra tele de tubo que ya se calentó:

"Ehhhh uoooh, en cada rancho un foco..." Clin clin clin clin...

Y en agudo tono suena una guitarrita interiorana en un clin clin clin que me hace saltar y girar. Me perplejo con la propaganda del IRHE y sus cuchillas Caterpillar (la mamá del tonkita de mi hermano) abriendo caminos en campos sinuosos de verdes explosivos y campesinos alegres.

- ¿En cada rancho un foco? O sea que los ranchos sólo tienen un foco? -
- ¡No oye alelaaa! que ahora la luz llega a todos los pueblitos por allá metíos', no como cuando taba' chiquito que se estudiaba a punta de guaricha porque la luz era un lujo. Y todo gracias al General que fue el que impulsó las hidroeléctricas. Sino, ¡ñángara! - Me explica papá.
- Hidro, hidro... ¿qué? Uhm... ah ya. -

- El General de división Omar Torrijos, dirige este Proceso Revolucionario... - La tele sigue con unas imágenes maravillosas de una niña en bata blanca jugando con un tubo de ensayo. Se vé divertida esa cosa.

- Laboratorios para todas las escuelas públicas - La voz de la tele me sigue deslumbrando.

- ¡Ayyyy! ¡Yo también quiero hacer experimentos! -

- ¡Ah! Pero ahora es que las escuelas tienen laboratorios y eso gracias al General, no como antes que aquí sólo estudiaban los ricos y no les importaba un caraj... -

- Uhm... Ah ya -
No oigo más a papá. Se ha caído de la mesa una foto en blanco y negro de un pueblo, tan polvoriento como la caja de recordatorios de mi bautismo. Ese pueblo, si se le puede llamar pueblo, luce apenas unas cuantas casitas, una cantina y una iglesia, ordenadas a lo largo de un camino mal cortado y lodoso. (¿Qué más pedirle a un pueblo?)
- Antes las fotos no tenían color, ¿Verdad? -
- Es que antes no habían fotos a color y las pocas cámaras que las tomaban eran muy caras. -

- Ah pero ahora no -

- Claro que no, oye -

- Ah ya... -


- ... -

- Uhm... (me rasco la nuca) -

- ... -


- ¿Y eso también es gracias al General? -

martes, 7 de octubre de 2008

Memoria in Voluntaria

No me acuerdo bien de tu rostro
pero sí de tus manos.

Se deslizan sedosamente por mis hombros
cada vez que quiero
con solo cerrar los ojos.

Prueba infalible
de que puedo confiar en ti.

Una lección tanguera (Bohemia aplicada a la vida 300a)


Siete o nueve palabras conjuraron
con "la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser".

Como buenos brujos
(y que aún suelen ser)
los antiguos bohemios de Buenos Aires
apostaron por los premios "Cuesta Abajo"
llorando alegremente ese tiempo viejo
que nunca volverá...

¡a menos de que guardes esas fotos históricas firmadas por Carlitos!

Y así, en aquel entonces
los últimos fueron los primeros.
(¡Claro, si iban cuesta abajo!)

¡Y hay quienes no creen en la sabiduría del tango!

sábado, 4 de octubre de 2008

Cuando el grito no es rentable

Tiemblo. Grito en silencio
(Maldito grito)

Escribiendo estas líneas
burlando, digo yo, al virus del momento que invade mi cuerpo
(Bendito virus)
escucho a una fémina
como yo
clamar en la radio el apoyo
económicohacia una compatriota
otra hembra... ¡como yo!
para que Panamá tenga una Latin American... olvídenlo. Me da pudor.
- "¿Qué espera? ¡Mande su chat! ¡Llame ya!" -
- "¡Panamá te necesita!" -
Cómo me duele ser hembra, varona
humana al fin
porque no muy lejos
otros gritos se apagan
en este mismo instante
en las montañas, cerca de cafetales y bananeras
niños y niñas gnobes, buglés, bri-bris
mueren de hambre en medio de una lujuriante abundancia
de peibés a la europea y neonatas mansiones turísticas
Gritos ahogados a falta de activos
¿los pasivos? ¡Sobramos!
Gritos por los que nadie llama
hasta que llegue la teletón
y nos venda la telemierda
hecha caridad.
Gritos que se ahogan por no ser "competitivos"
con las siliconas, las luces, los ídolos prefabricados
o las miserias de moda.
(Maldito espectáculo)
Y así, en la indiferencia más descarada
en este país de mentira, como tantos otros
una voz se apaga
y nace una "estrella."

Maldita constelación.

(Inspirado en La Maldición de Tomás Martín Feuillet y en un momento de profunda debilidad corporal)