jueves, 23 de octubre de 2008

El acceso a la luz exige...


El acceso a la luz exige
la apertura de muchas puertas
la ruptura de muchos barrotes
el salto de muchas cercas
el toque de muchos timbres
la maldición de muchas viejas
la persecución de muchos perros

El acceso a la luz exige
la exploración de muchos pasadizos
vecinos y propios, bellos y prohibidos
jugar en ellos con manos sucias
y con lodo avivar el blanco de sus paredes.

El acceso a la luz exige
el ventoso baile de hojas fértiles
con ardientes rayos de sol:
danza frenética y sagrada de destellos mágicos
que nos abren el camino
mientras nos lastiman la vista.

El acceso a la luz exige
El completo manejo de la sombra.

2 comentarios:

TrasTera dijo...

Hola Kafda, tus dos versos finales bien valen un poema. La luz nos hace ser consciente de la sombra, y actúa como suero mágico muchas veces avivando los contrastes, por eso muchas veces la comparo o asemejo a la vida.

Gracias por asomarte a mi balcón e ir más allá de las palabras.

Un abrazo

Sarco Lange dijo...

Trato de imaginarme hacia dónde va el poema, ignorando de dónde viene. He ahí la magia de la poesía. Ojalá, amiga, que puedas llegar a esa luz, aunque percibo que si manejas las sombras ya la luz te inunda, o te inundará.
Suerte, hermana, hágase tu luz.

SL.