martes, 7 de octubre de 2008

Memoria in Voluntaria

No me acuerdo bien de tu rostro
pero sí de tus manos.

Se deslizan sedosamente por mis hombros
cada vez que quiero
con solo cerrar los ojos.

Prueba infalible
de que puedo confiar en ti.

3 comentarios:

TrasTera dijo...

Detalles que escapan a nuestro dominio, a veces son esas pequeñas pinceladas las que nos definen a la persona, o a un momento, o a un recuerdo. Las que nos hacen confiar. Muy buena exposición.

Un saludo!

Sarco Lange dijo...

Y arrancan
los trenes
hacia el infinito
dejándonos las huellas
marcadas en la piel.
A veces
confiar
es una cuestión
de actitud.

Agai
la voz
que delata
los detalles
que el ojo diario
no alcanza a ver.

Mil abarazos
SL

ramon dijo...

buen texto, buenísimo!