A mí siempre me atarjo unos letreros que ponían los choferes de los antiguos buses santiaguinos que decían: "sólo Dios sabe si vuelvo", o "Dios es mi copiloto".
Me adhiero del fondo de mi espíritu a tu gusto por esos detalles preciosos (y precisos) que para muchos no son más que frágiles artefactos.
3 comentarios:
A mí siempre me atarjo unos letreros que ponían los choferes de los antiguos buses santiaguinos que decían:
"sólo Dios sabe si vuelvo", o
"Dios es mi copiloto".
Me adhiero del fondo de mi espíritu a tu gusto por esos detalles preciosos (y precisos) que para muchos no son más que frágiles artefactos.
Saudos mil.
Puaj!, dije atarjo y es atrajo.
Esta dislexia...
¿o disleiax?
Creo que es el efecto Severlá (cómo me gusta esa canción...)
ogima, dadilaineg ed ongis se osac odot nE
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