martes, 14 de abril de 2009

La nota de un señor llamado Silencio

Casi a medianoche
entre el silencio deseado por los espíritus
escuché un DO sostenido
como quien tira la rabia de sus dedos al abismo.

Y la cuerda enmudeció mi cordura
enfrió mi cuerpo
pues nadie, siquiera el viento
se había acercado a tocar la guitarra.

(Basado en un hecho de mi vida... ¿real?)

3 comentarios:

Anayansi Acevedo dijo...

Te creo, esas cosas suelen suceder...Buen post...como siempre. Saludos.

thoti dijo...

.. muy original y creativo..
.. besos a la escribidora.. jeje..

Anónimo dijo...

Kafda, que no crezcan las malezas...
Sarco