En la ciudad de lo no-dicho
el sol cae suavemente sobre la tristeza
de la palabra a-penas susurrada.
Vale la pena caminar cuando el sol visita París
un poeta menos se suicida
y una lágrima más se evapora en sonrisa.
Hoy salió el sol en París
miro hacia las edificios lánguidos y me acuerdo
que vale la pena vivir
por cada historia de amor
que hay detrás de esas ventanas.
Hoy salió el sol en París.
Sé que alguien me ama.
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