viernes, 23 de enero de 2009

Paradoja de los ausentes

Encausado con un ausente, este señor se encuentra al frente de los que se mudaron al frente, es decir, en el lugar de otros que tampoco están en ningún lado.

Moraleja: no te encauses en la Peatonal de Panamá sin antes escuchar los gritos de ausencia develados en sus muros.

Para ser, hay que estar.

2 comentarios:

Sarco Lange dijo...

Y para estar hay que aguantar.

Y aguantarse uno que se muda al frente de uno mismo, en una ecléctica mudanza con las cuadras más infinitas que hayamos conocido.

Una especie de desdoblamiento, un feroz cambio de hábitos, una cruel disfonía que nos hace preguntarnos cuándo volveremos al antiguo "frente", ese colmado de dichas tan extensas.

En Panamás, en Santiago, en todos los lugares se tuercen las luces. Se extinguen las montañas.

TrasTera dijo...

Si no te conviertes primero en recuerdo, después en ausencia, por último en la duda de si realmente estuviste ahí... o fue un sueño.

Un abrazo!