miércoles, 26 de noviembre de 2008

Agua

Llegué al salón de clases temblando por la humedad. Inevitable ante esta lluvia que inunda ya dos provincias y algo más. La profesora, que conoce mi afición de escribir 'cositas' cambia esta vez de estrategia: invita al grupo a escribir un "proema" para comprender la locura de Francis Ponge. El tema es la lluvia. No podría haber otro. El agua nos tiene. Dejé entonces fluir palabritas para ver si también llovía en mí. Y salió esto:

La pluie dilue la grisaille d'un tableau de misère envahissant la clarté de mon corps de draps déchirés par la folie d'un amour emballé comme un cadeau silencieux qui survie l'érosion fangeuse du caprice humain en se coulant vers la mer par la pluie qui choisit ses anges et les arrache de la tèrre pour ramasser des nymphes.

La lluvia diluye el gris de un cuadro de miseria que invade la claridad de mi cuerpo de trapos desgarrados por la locura de un amor envuelto como un regalo silencioso que sobrevive a la erosión fangosa del capricho humano fluyendo hacia el mar por la lluvia que escoge a sus ángeles y los arranca de la tierra para cosechar ninfas.

(Descanso eterno para l@s muert@s de las provincias de Chiriquí y de Bocas del Toro, quienes nos adelantaron en el retorno al origen)

1 comentario:

Sarco Lange dijo...

Me sumo a tu homenaje. Descanso eterno a las almas que naufragaron en esas aguas malditas. Podremos creernos híperdesarrollados, podremos pensar que un chip lo controla casi todo, pero la naturaleza es caprichosa y de pronto nos lanza sus estornudos categóricos.
Ojalá amiga que pronto se normalice tu país, que el clima se equilibre y las calles se sequen.

Un abrazo
SL